Un señor se sento frente al televisor y le pidió a su hijo:
-Tráeme una cheve, antes de que empiece.
Poco después le dijo:
-Tráeme otra cerveza, que no tarda en empezar.
No pasaron muchos minutos, y le volvió a pedir:
-Tráeme otra chela porque ya va a empezar.
De pronto, la esposa estalló. Le gritó a su marido con destemplada voz:
-¿Ese es el ejemplo que le das a tu hijo? ¿Te parece bien estar así, echadote, sin hacer nada, bebiendo cerveza tras cerveza, mirando esos programas que nada más a ti te gustan y que son puras idioteces?
Suspira el Don y le dice a su hijo:
-¿Lo ves? Ya empezó…
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